jueves, 20 de noviembre de 2008

LA GRÁFICA INTELIGENTE


La gráfica inteligente
Por Idea

La relación entre cartones políticos y la crítica o protesta social se encuentra tan entrelazada que podría decirse que no exite la una sin la otra, como sucede de forma similar entre otra pareja inseparable que son los medios de comunicación masiva y la política. Es evidente que la gráfica política surge a raíz del descontento de la población hacia una sistema de gobierno que generalmente es opresor y no hace caso de las demandas de una mayoría lacerada por tanta desigualdad, discriminación, marginación y explotación. Los "moneros" son el portavoz del pueblo, aquellos que se atreven a señalar las conductas y acciones de una oligarquía que procura cada vez más cínicamente sus intereses económicos y políticos a costa del trabajo del pueblo mal contribuido. Sin embargo, la labor de los caricaturistas no se trata de ridiculizar o satirizar, aunque no todos, la mayoría por tradición cuentan con un sentido crítico que se expresa de la forma más artística, radical, clara y sobre todo ingeniosa. La caricatura, no es una manifestación más en contra del sistema, es muy especial, puesto que no excluye, logra cohesionar opiniones y ayuda a observar desde otra perspectiva la realidad soccial y política.
Nuestro país ha tenido la fortuna y el privilegio de ver nacer y desarrollar a caricaturistas tan talentosos que fueron reconicidos en el extranjero y que lo siguen siendo algunos. En algún momento el cartón político mexicano gozo de un esplendor a la altura de una "época de oro" del cine nacional. Además de que abrió el camino a los más reconocidos intelectuales y artistas -o ambos-, mexicanos a partir de la primera mitad del siglo XX. Periodo que se distingue por un florecimiento, por decirlo de alguna manera, cultural en México. Entonces, distinguimos a moneros como José Clemente Orozco, Miguel Covarrubias, Audiffred, Arthenack, entre los antecedentes indispensables Escalante, Posada, etc., y muchos otros, quienes marcan una tendencia y se abren camino en Estados Unidos y Europa Occidental principalmente.
La caricatura que se realiza en esta época va más allá de la burla, se trata de una sátira que en muchas de las ocasiones la sóla imágen habla por sí misma, no necesitan una leyenda para que se entienda. Es digno mencionar que las técnicas que se ocuparon demuestran una preparación académica de gran reconocimiento, y aún más mérito merecen aquellos caricaturistas autodidactas que realmente han hecho historia en México como Rius o Gabriel Vargas. No es de sorprenderse el escuchar que una caricatura de Covarrubias estuvo por encima de una pintura de Picasso en las subastas cifrada en millones de dólares. Es lamentable que no exista la tradición de conocer a los moneros mexicanos que han hecho historia, tanto como a pintores como Frida Kahlo y Diego Rivera, que aunque reconocidos también, ya se encuentran muy mediatizados y el crisol cultural y artístio mexicano es tan amplio que merece la pena conocerlo hasta donde sea posible.
Desafortunadamente, parece ser que los caricatura política mexicana atraviesa un momento de decadencia, es decir, no se ha visto un movimiento parecido como el de mediados del siglo XX. Aún, cuando parece evidente que los movimientos sociales se generan a partir de un desequilibrio político y esto conlleva a distintos tipos de expresión, el estilo particular de aquellas caricaturas no se ve con la misma frecuencia e intensidad, salvo en moneros como "El Fisgón", "Helguera", "Hernández", "Magú", entre otros pocos que podría decirse son de la"vieja escuela". Lo cual se debe a muchas causas, pero entre las más importantes parece ser que se trata de una falta de consciencia social, es decir, de la atención ausente hacia las acciones políticas de los representantes de la nación, estado y comunidad por parte de la comunidad joven y en general. Los medios de comunicación intervienen tanto en la información que las noticias que se transmiten llegan sesgadas con una tendencia oficialista y a la mayoría de la juventud, sobre todo, es lo que menos le preocupa.
Son tantas las distracciones allá afuera, que desde la música, cine y tendencias sociales la población se fragmenta y la unidad parace ser cada día más difícil de concebir. Aunque no todo está perdido, puesto que ciertas políticas que quiere imponer el gobierno federal en detrimento de los intereses de todos los mexicanos actualmente sufren la presión de un grupo minoritario representado por el líder de un movimiento social que indica estar preocupado verdaderamente por el pueblo, la caricatura ha sido su intrumento mediático y ha jugado un papel indispensable. Porque los moneros, principalmete "El Fisgón", tiene la habilidad de dar a conocer la situación política, económica y social actual a través de sus magnficas caricaturas que despiertan la consciencia del colectivo.
En resumen, la caricatura es un medio de comunicación y expresión que denota arte, fineza y al mimo tiempo crítica y protesta que en muchas ocasiones prescinde del texto para lograr entenderla y admirarla. De la misma manera que la trova es música inteligente, la caricatura política mexicana es gráfica inteligente.

No hay comentarios: